El feminicidio lamentablemente es uno de los temas más emblemáticos y representativos que se vienen a la mente al escuchar el nombre de Chihuahua en el ámbito nacional así como en el internacional, en virtud que durante el periodo de 1993 a 2005, los reflectores del mundo entero se enfocaron en Ciudad Juárez por el peligro que sufrían y siguen sufriendo las mujeres que son privadas de la vida.
Por ende, dedicaremos la siguiente publicación divida en tres partes, para conceptualizar el feminicidio, describir el contexto socilogico que vivía Ciudad Juárez en esos años, analizar las caracteristicas particulares de las víctimas así como las diferentes hipotesis en relación a la identidad del responsable de estos crimenes.
En primer lugar, lo alarmante de este fenómeno no esta en la privación de la vida de las mujeres por si sola sino que destaca la violencia y la saña empleada y el propósito de matar a una mujer por el solo hecho de ser mujer.
El asesinato de mujeres ha dado tanto de que hablar que estableció la pauta para el surgimiento de una nueva corriente criminológica denominada “criminología feminista”, la cual se ha enfocado en estudiar a la mujer como víctima en los delitos de género así como en el entendimiento de la etiología de éstas conductas delictivas.
En ese sentido, el feminicidio se puede definir como el homicidio cometido en contra de mujeres por un motivo discriminación de género; de igual modo la definición legal la proporciona el artículo 126 bis del Código Penal del Estado de Chihuahua que a la letra dispone:
“A quien prive de la vida a una mujer por razones de género, se le impondrá de treinta a sesenta años de prisión y la reparación integral del daño…”
Del precepto transcrito se desprende que para que el asesinato de mujeres sea considerado como feminicidio debe existir en la conducta una razón de género y sometimiento de la víctima por su sexo.
Para algunos doctrinarios “el feminicidio sucede en el seno de contextos sociales patriarcales en que se generaliza una visión objetualizada de la mujer. El hecho de objetualizar a la mujer la convierte en un ser utilizable, fácilmente reemplazable, y como tal, eliminable. Eñ feminicidio es una consecuencia de las relaciones de género de dominancia en un contexto de patriarcado que se expresa con diferentes tipos de violencia como la verbal, la institucional o la física.”
De igual manera, para Marcela Lagarde y de los Ríos al traducir a Diana E. H: Russell define el feminicidio como “una consecuencia y la forma más extrema de la violencia de género. Es el conjunto de todos lo actos de violencia misógina contra las mujeres y es una violación de sus derechos…es una forma de terrorismo que tiene la función de definir los limites d los género y el poder de los hombres”.[1]
Asimismo, de acuerdo con Julia Estela Monárrez Fragoso el feminicidio se puede clasificar por su tipologia de la siguiente forma:
1.- Feminicidios Sexuales. El motivo principal es asociar el deseo de la lujuria con el asesinato de la mujer. Es un asesinato sexual sadista. Los asesinos pueden ser clasificados como seriales, de imitación o solitarios. El número, la definición o los motivos de los asesinos no afectan de ninguna manera el principal objetivo mencionado, especialmente cuando se toma en cuenta el género. En este tipo de feminicidios se encuentra toda una gama de actos violentos que sucede en contra la víctima como son los golpes, la tortura, las heridas, el estrangulamiento, la incineración, la violación y en algunos casos la mutilación y l mordida de los pezones.
2.- Feminicidios sexistas. Los motivos particulares varían pero están enfocados en el deseo de poder, el dominio y el control de la otra. Es la aniquilación de la mujer sin que medie una violación sexual, aunque es muy difícil diferenciar a estos feminicidios sexistas de los sexuales. Los actos violentos que llevan a la exterminación de estas mujeres pueden incluir el uso de armas de fuego, armas blancas, piedras golpes, incineración, estrangulamiento, etc. Los asesinos pueden ser cualquier persona, sea conocida o no de la víctima.
3.- Feminicidios por narcotráfico. Las mafias son instituciones masculinas, en laque el aniquilamiento por lo general se da contra los hombres menos poderosos; en consecuencia también se elimina a las mujeres por ocupar genéricamente hablando una posición inferior en estas organizaciones. Para asesinarlas se emplean los golpes y las armas de fuego, y a veces son entambadas. Los motivos pueden ser la competencia con los hombres en el mercado de estupefacientes o por tratarse de mujeres que han quedado sin la protección de su pareja, que se dedicaba a esta clase de actividades, y se ven expuestas a las venganzas.
4.- Feminicidios por adicción. La violencia estructural relacionada al narcotráfico cuenta con dos lados opuestos: las personas que venden las drogas y las personas que las consumen. Una violencia genérica de narcotráfico está en relación directa con el uso y el abuso de las mujeres adictas por hombres explotadores. Las mujeres que mueren en estas condiciones pertenecen a grupos socialmente estigmatizados, son pobres y sin hogar. Como género son explotadas por hombres que las golpean, las abusan sexualmente a cambio de la droga y finalmente las asesinan.
En resumen, como hemos mencionado el feminicidio implica mucho más que un simple homicidio, se requiere para su configuración de un elemento de repudio o dominio del sexo femenino.
Considero que el establecer el feminicidio como un tipo penal autónomo del homicidio, contribuye al menos en el discurso de la equidad de género que debe prevalecer en la sociedad, a pesar de que para los puristas de la dogmática penal simplemente debería ser una calificativa del homicidio.
Por último debemos dejar en claro, que no todo evento criminal en el que se encuentre involucrada una mujer como sujeto pasivo del delito, forzosamente incluye el propósito de género, es necesario analizar cada caso en particular a la luz del caudal probatorio y del contexto sociológico de la víctima, el cual abordaremos en otro momento.
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